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jueves, 10 de julio de 2014

No seamos necios.

Estaba pensando...porque si, yo a veces pienso, pero solo a veces, que somos un poco idiotas. OHHHH NOS HA LLAMADO IDIOTAS! :OOO Si, idiotas, ¿porque? Pues porque dejamos pasar los días como si solo fueran uno mas...como si tuvieramos todo el tiempo del mundo...cuando no es así (ahora ya vendrá el típico, "oh pero si tu eres muy joven, no pienses eso, tienes toda la vida por delante") Pues no, da igual la edad que tengas, un día puedes estar aquí y al otro bajo tierra. Ohhh que exagerado! ¿Si? Diselo al chico de 18 años que murió en una atraccion que duraba menos de un puto minuto. Uy pero eso es un caso entre un millon! ya claro, y tu tienes la seguridad de que cualquiera de nosotros no podría ser ese uno, claro, ha bajado Dios del y te ha dicho que no somos ninguno de nosotros. Claro, hasta que no pasa, nadie lo cree, pero es así, la vida es un puto juego, un día ganas, al siguiente pierdes y no regreses. Uy, mira que flipado, con lo joven que es, pero si acabas de llegar al mundo! Donde vas tu flipao, que solo tienes 17 años! Me paso esos comentarios por la punta de la nariz. No tienes que tner 50 años para saber que la vida es una milesamia de segundo, y que cualquier segundo puede ser el último. Así que si, somos idiotas, porque vivimos los días como si no fueran importantes, cuando realmente son un puto regalo. Sinceramente yo no me quiero morir un día de repente y saber que no he vivido como a mi me gustaría. Porque no hacer lo que quieres? Te quieres poner un piercing en el coño? hazlo. Te quieres poner el pelo de 5 colores? hazlo. Quiero follarte a medio pueblo (con protección, por supuesto) hazlo. Quiere salir a la calle vestid@ del sexo contrario? hazlo. Te quieres tatuar? hazlo. Porque el día de mañana cuando veas que no has vivido la vida que querías, quizá sea demasiado tarde, no dejes todo para mañana, nadie te asegura que esté hay. Vive nuevas experiencias, haz locuras, no digas que no por miedo. A la mierda la vergüenza JODER! Ahora estará quien diga Woh que vulgar eres. Pues me paso tu opinión por los pelos del culo.
Di te quiero cuantas veces sea necesario, a lo mejor mañana te arrepientes no haberlo hecho lo suficiente.Cada día acércate mas la meta de la persona que quieres ser tanto física como interiormente, a lo mejor mañana es demasiado tarde. Ríe aunque todo este por los suelos, a lo mejor mañana ya no puedes hacerlo. Vive como si cada día fuera el último, a lo mejor así es. No te preocupes por gilipolleces como tu físico, que te insulten, que pensaran, desamores, y gilipolleces varias, a lo mejor mañana te arrepientes de haber perdido tiempo con esas tonterías. Pero sobre todo, se tu mismo cada día, y no dejes que la vida sea monótona, no dejes que cada día sea uno mas NO haz que cada día cuente, que cada día tengas una anécdota, que cada día te retuerzas de dolor por la risa, que cada día los pases con las personas que te quieren, que cada día seas mas fuerte y salgas a la calle con orgullo y la cabeza bien alta, que nunca dejes que la gente te hunda, pero estás en lo alto y tienes alas para volar!
Simplemente...se feliz y vive la vida

domingo, 20 de abril de 2014

Secretos Mecánicos 5ª Final

Abro los ojos poco a poco pero lo cierro enseguida, hay demasiada luz aquí…este donde este. Eso me hace recordar el accidente y abro los ojos de golpe.
-Lo suponía…
Es un hospital, bueno una habitación de hospital. No estoy solo, Carl está sentado en una silla junto a mi cama.
-¿Qué cojones…?-sí, digo eso, ¿Por qué? Pues porque me ha salido solo, además, es la última persona que imaginaria a mi lado en el hospital.
-Hombre, Kevin-¡POR FIN! Ya ha dejado la pijada de “usted”-ya te has despertado
-¿No, en serio? ¡No me había dado cuenta!
-Por favor, deja de ser tan estúpido…
Intento levantar la mano pero estoy esposado a la cama.
-Ah eso-murmura Carl, ha sido él, seguro-les dije que te pusieran esposas porque me habías estado amenazando varias semanas, no se lo creyeron, pero una buena mamada…da para mucho.
-¡Hijo de puta!-se levanta y cierra la puerta de la habitación
Se da la vuelta y negando con un dedo se pone de nuevo a mi lado, esta vez de pie.
-Hace poco me “torturaste” con placer en mi despacho…me toca devolvértelo…
Me quita la sábana y me sube la horrenda bata de hospital que llevo. Mi pene se queda al descubierto, acerca su lengua y empieza a chupar el frenillo, en seguida la tengo tan dura que parece que vaya a explotar. No me la chupa mucho, lo suficiente para que se quede bien lubricada con mi liquido pre seminal. Se quita los pantalones y boxers y se sube encima. Me mira sonriendo y empieza a meterse el pene poco a poco y después se lo mete de golpe. Gimo. Se acerca a mí y mientras se mueve comienza a besarme, nuestras lenguas se cruza una y otra vez y le lleno la boca de orgasmos. Se pone de cuclillas y empieza a moverse más y más rápido, me separo de sus labios.
-Me voy a correr…
Se acerca a mi oído y me susurra que lo hago.
Empieza a moverse más y más hasta que al final me corro. Empiezo a gemir y a retorcerme de placer, y veo como Carl se corre encima de la bata blanca.
-Joder Kevin, me has llenado como a un pavo
Intento responder, pero estoy demasiado exhausto.
-Que te vaya bien en la cárcel…-sonríe una vez más y se va.
Detrás de él entran dos policías.

6 meses después
Acabo de salir de la cárcel. No te voy a contar lo que he vivido ahí dentro, ni cuantas veces me han pegado y violado, solo te voy a decir que no he olvidado a Carl.
Cojo un taxi y me dirijo directamente al trabajo de Carl. Cuando llego no hay absolutamente nadie fuera, así que entro. Tampoco a nadie, pero como el primer día escucho gemidos. Busco por el almacén y ahí están, Carl y su oso follando como locos. Sonrío. Saco el móvil y empiezo a grabar.
-Oh dios si calvo, ¡follame más por dios! ¡¡Métemela hasta el fondo por favor! ¡Más rápido más rápido, quiero que tu polla suelte toda su leche dentro!-grita Carl
Tengo suficiente, salgo por donde he venido y a que no adivinas a quien me encuentro. Si, a su querida esposa con sus preciosos hijos.
-Hola-me saluda-¿está ocupado mi marido?
-No señora, ahora mismo le digo que salga.
Entro otra vez en el almacén.
-Caaaaaarl-canturreo sonriendo.
Cuando me ve, parece que haya visto un fantasma, se saca la polla del oso y viene corriendo hacia mí, me doy la vuelta y salgo hacia donde está su mujer.
Cuando la ve, pone os ojos tan abiertos que apuesto lo que quieras que están más abiertos que su culo.
-Ángela…
-Carl… ¿estás bien?
-Oh, claro que si señora, solo ha estado un poquito liado con trabajos muy importantes, me gustaría que viera el trabajo sucio que hace su honrado marido.
-¡NO!-Carl se abalanza sobre mí, pero de un puñetazo lo dejo tirado en el suelo.
Me acerco a la mujer y le enseño el video, sus niños juegan con consolas, así que no se enteran de nada, una lástima.
Tendríais que ver la cara que pone la mujer viendo el vídeo, es un puto poema.
-Ahora señora…Ángela, dejo que aclare las cosas con su marido-sonrío y salgo por la puerta sonriente y feliz como una perdiz.
Conforme voy dando pasos escucho a la mujer de Carl gritar como una psicópata, también escucho mucho ruido y cosas romperse, pero ese no es mi problema.
Ahora Carl ya no es mi problema, yo me voy a casa, y llamaré a Rubén, me hace falta meter la polla en algún sitio.
Cuando estoy llegando al portal me encuentro a Rubén agarrado a otro chico.
Cuando llego, me abraza y solo me dice “lo siento” luego veo como se aleja con el chico. ¿Aún me puede pasar algo más? Estoy a punto de entrar en el portal cuando una voz me llama. Paco. Me equivoque, no era la última vez que le iba a ver.
Se acerca a mí, y las lágrimas se acumulan en mis ojos. Se tira a mis brazos y me llora en el hombro.
-Lo siento, lo siento-dice una y otra vez
Le acaricio el pelo y las lágrimas comienzan a desfilar por mi cara. Se aleja y me mira a los ojos.
-Lo siento, te quiero, no lo hice, no me pude casar, te quiero
Mi corazón se para, ¿ha dicho te quiero?
-¿Qué has dicho?
-Que…te quiero…-su cara se torna en un gesto de desconfianza
El corazón me explota, me tiro a su cuello y empiezo a besarle allí en medio, con todo el mundo a nuestro alrededor mirándonos, le beso, le abrazo, le siento, es mío.
Me separo de él y veo una sonría más brillante que el propio sol. Me abraza y entonces sucede. Todo el mundo comienza a aplaudir y vitorear.
Por primera vez desde que la muerte se llevó a mi primer amor, puedo decirlo con todo el corazón.

Soy feliz

miércoles, 9 de abril de 2014

Secretos Mecánicos 4ª parte

Hace horas que he salido de trabajar y estoy apunto de acostarme a dormir, la verdad, no ha sido un día muy productivo, lo único que he hecho en todo el día ha sido escuchar los consejos del hombre oso y mirar como arreglaba los coches, así que si todo los días son así, estaré durmiendo todo el día. Vuelvo a llamar a Paco y esta vez si que hay respuestas.
-¿Paco?-pregunto sonriendo
-No, ¿quién es?-me responde la voz de una chica joven
-Soy Kevin, amigo de Paco, ¿me puedes poner con el?
-No, lo siento, ahora se está arreglando-noto felicidad en su tono de voz, pero algo me pone nervioso
-¿Y tardará mucho?
-No creo que pueda hablar hasta después de la boda, pero le puedo dejar algún recado..
-¿Boda? ¿Se casa su hermana?-pregunto nervioso
-No, hoy es su boda con Michael...perdone le tengo que dejar, adiós.
Escucho voces al fondo y después se queda todo en silencio. Me quedo en medio del salón pensando en sus palabras. No es que esté enamorado, pero si tenía esperanzas de nuevo, y de nuevo han sido rotas.
Doy una patada al sofá, un puñetazo a la pared, me estiro de los pelos y grito. Noto lágrimas en los ojos.
"NO"-pienso-"no voy a llorar por un puto criajo, que se pudra"
Cojo el teléfono y llamo a Rubén, necesito echar un polvo que me haga olvidar.

Rubén no puede venir, pero me ha dicho que vaya yo a su casa. Decido ir corriendo para centrarme en mis cosas, así que me pongo el chándal gris que tengo y salgo a la calle. Es muy tarde, y no hay nadie por la calles pero no tengo miedo, voy corriendo pensando en todo lo que siempre he querido alejar de mi. 
El primer pensamiento que llega como una bala es el día que le conocí, después, los recuerdes se suceden como en una película, el primer beso, el primer viaje, la primera relación sexual, los planes de adopción y de boda, el día que compramos la perra, el día que me presentó a su familia. Era feliz, estaba enamorado, como se que nunca mas lo estaré.
Y entonces llega, no pude despedirme, decirle "te quiero" decirle que esa semana podríamos tener un niño entre nosotros, solo encendí la tele y ahí estaba su foto con el titular "Agente muere en un tiroteo"
Recuerdo que salí corriendo de la casa, no cerré la puerta, solo corrí y corrí. 
Cuando le pude ver en el hospital estaba tan guapo como siempre estaba, tenía los ojos cerrados y no pude ver ese brillo de mar que siempre tenían, sus labios ya no tenían el color rosado de siempre, recuerdo que le di un beso que no fue reciproco...llore, me deje caer sobre el pecho y agujero de bala sobre su corazón y lloré, también recuerdo...
Una luz me hace parar en seco, y el sonido de un coche hace mi corazón se pare por un segundo. Veo el coche, pero no puedo moverme, cada vez esta mas cerca hasta que al final noto el fuerte golpe. Noto los huesos crujir, el mundo da vueltas a mi al rededor, veo la su cara seguido del duro tacto del suelo contra mi cuerpo.
Escucho gritos y veo pies al mi alrededor, poco a poco todo se va quedando en calma, le veo acercarse a mi, diciéndome que vaya hacia el y entonces todo se vuelve negro.

CONTINUARÁ...

viernes, 28 de marzo de 2014

Secretos Mecánicos 3ª Parte

Me levanto feliz. El momento pasado con Paco ha hecho que vea las cosas de una manera distinta. Mira le reloj, han pasado 2 horas desde que se fue.
Cojo el teléfono y busco su número para llamarle, no hay respuesta. Miro la hora, 18:30, estará en el trabajo, mañana le llamaré. Tengo toda la tarde libre, así que me cambio de ropa y me voy a correr.
Las calles están bastante silenciosas, la gente esta en sus casa, y no me extraña, hace un frío que pela.
Hago todo el camino que recorre el parque que está en el centro, y andando vuelvo a casa, hace demasiado frío para seguir corriendo. Me paro a mirar una tienda de móviles cuando a lo lejos oigo la sirena de un coche de policía. De repente un coche blanco da la vuelta a la esquina, apunto de dar una vuelta en el aire, y pasa por delante de mi. Me quedo de piedra. En el asiento del copiloto estaba el. Paco.
Un estruendo ensordecedor hace que salga de golpe de mis pensamientos. Un coche de policía ha chocado contra el coche en el que estaba Paco. Sin pensarlo voy corriendo hacia el coche. Un policía sale del coche y me tumba en el suelo.
-¡DESE LA VUELTA! ¡USTED NO PUEDE ESTAR AQUÍ!
Lo que menos necesito ahora es otro arresto, así que me levanto y me voy hacia atrás. Tengo la mirada fija en Paco. Incluso desde esta distancia puedo ver como sus preciosos ojos se llenan de lágrimas y en ese momento veo la pistola que lleva en la mano. Un policía le apunta con la pistola y le grita que la suelte, pero el solo me mira. No puedo descifrar sus facciones, pero si puedo ver que me pide perdón con la mirada.
Hace un gesto rápido con el brazo y el policía le mete una bala entre ceja y ceja, cae al suelo con los ojos llenos de arrepentimiento.

Me despierto de golpe, sudando y con lagrimas en la cara. Miro el reloj, la seis de la maña, he estado dormido toda la noche, era una puta pesadilla, y ahora tengo que ir con esta mala hostia al trabajo.
-¡Mierda!-pienso-entro en media hora
Paso de cambiarme, además huelo a rosas. Me lavo los dientes sin pensar en el piercing y me lo vuelvo a estirar. Juro que un día me lo arranco a mala hostia.

Cojo el coche y voy directo al taller, no dejo de pensar en esa puta pesadilla. Cuando salga de trabajar llamaré a Paco.

Cuando llego Carl está abriendo la puerta. Bajo y le saludo "cordialmente"
-¡Hombre! come polla de oso, casi llego antes que tu..
Se da la vuelta mirándome con cara de querer arrancarme la cabeza, y apuesto mi querido "monstruito" que le encantaría hacerlo.
-Bueno días señor Blent...
-No no no no no-digo en carrerilla-yo te llamo Carl, tu me llamas Kevin, nada de señor ni pijadas de esas.
Asiente con la cabeza y abre la puerta.
-¿Que pasa? ¿El señor oso no viene hoy?
-Exacto, hoy es su día libre-dice tan flojo que me tengo que acercar para escucharlo bien.
El "monstruito" se está despertando.
-Eso me parece genial-le digo sonriendo de oreja a oreja. Me acerco poco a poco a el y le acaricio la cara con el dorso de la mano. Sigue el rastro con la mirada.
-Por los gemidos del señor oso...diría que es usted un as en eso del sexo oral...
Pone una cara de asco tan exagerada que me echo a reír.
Le pongo la mano en el cuello y lo aplasto contra la pared. Acerco mis labios a su oído.
-Sería un placer-susurro-ofrecerme voluntario para confirmar mis sospechas.
Me alejo poco a poco de su oreja y me quedo a menos de un centímetro de sus labios. Le pongo la mano en los huevos y lo noto duro como el cemento.
-Vaya, vaya, vaya-sonrío-si te estás poniendo calentorro...genial.
Le abro esa camisa tan sumamente elegante y dejo su cuerpo al descubierto. He de reconocer que tiene un cuerpo precioso. Me chupo el dedo pulgar y se lo paso lentamente por el pezón derecho. Su cara de empieza a transformar hasta terminar siendo cara de puro placer acompañada de un orgasmo. Me acerco a su otro pezón, y sin darle tiempo a respirar le paso la gua muy lento al principio y rápido después. Su mano va inconscientemente a mi casa y le vuelvo a escuchar gemir. Me meto la mano en el pantalón y me mancho los dedos de liquido preseminal. Me separo de su pezón, y restriego el liquido preseminal por mis labios, veo que me está mirando ansioso, así que me acerco y le beso.
Al principio hace ademán de apartarse, pero cuando nuestras lenguas se tocan saboreando el sabor del liquido, me agarra la cabeza y entrelaza su lengua una y otra y otra vez con la mía.
Me separo de el bruscamente y le miro sonriendo.
-Ya basta por hoy Carl...quiero que me desees tanto..que al final me lo pidas...
-¿Pedirte el que?-pregunta entre enfadado y extasiado
-Que te folle Carl-le cojo del pelo y le paso la lengua por el cuello-que te folle como nadie lo ha hecho.
Me alejo de el y vuelvo a sonreír.
-Bueno-le digo-¿me enseñas lo que tengo que hacer?

jueves, 13 de febrero de 2014

Secretos Mecánicos 2ª Parte

-¡Usted no puede chantajearme!-gritó Carl
Era gracioso ver como se cara se ponía roja como el tomate, que bien me lo estaba pasando.
-Si, si puedo Carl-a la mierda tratarte como si fuera mas que yo-es mas, lo estoy haciendo-cogí la foto de su familia-será gracioso ver la reacción de su mujer y sus hijos cuando les cuente como su padre y marido le come la polla al oso que tiene por ayudante.
Me levanté y enseguida el mierdecilla me detuvo.
-Espera...-ya no me trataba de "señor"-está bien, el trabajo es suyo, pero por favor-sus ojos se llenaron de lágrimas, casi me dio lastima, casi-prométeme que no le dirás nada a nadie...
Le miré fijamente a los ojos y vi como una lágrima surcaba su cara y goteaba sobre la mesa. Se la sequé con un dedo.
-Guarda tus lágrimas Carl, guárdalas para cuando tu familia se entere...
-¡Pero me has dicho...!-le interrumpí poniéndole un dedo en los labios.
-Se lo que he dicho, y por supuesto, lo voy a cumplir-puse los ojos en blanco-pero, le advierto, si me putea aunque sea una vez...-me chupé los labios
Asintió con la cabeza.
-¿Cuando empiezo?
Su cara irradiaba asco, frustración, y sobre todo, odio. No pude evitar reírme.
-Mañana mismo
Asentí lentamente con la cabeza y salí de aquel lugar.

Cuando me senté en el coche no tenía ganas de ir a casa, así que llamé a Paco, uno de mis mejores amigos.
Al final quedamos en mi casa, así que fui directo hacia allí.
Cuando llegué me estaba esperando en el portal, adoraba a ese chico, además, era guapísimo, rubio, ojos azules, delgadito...vamos, ya me entiendes, que tenía unos polvos...pero bueno, era un buen amigo y no quería cagarla, además de que también era activo.
-¡Paco hombre de Dios!-le di un abrazo
Me dio un mordisquito en la oreja y se alejo.
-¿Cómo vas queridísimo Kevin?
Sin responderle abrí la puerta y subimos a mi casa. Una vez acomodados en el sofá le conté lo que me había pasado con Carl.
-Te lo acabarás follando-dijo absorbiendo por su pajita la fanta de naranja
-¡¿QUE COJONES PACO?!
Soltó una carcajada. En serio adoraba a ese chico.
-Verás...un día me llamarás y me dirán "ostias Paco que me he tirado a..." ¿como se llamaba?
-Carl-puse los ojos en blanco.
-Eso, "ostias Paco, que me he tirado a Carl" y entonces apareceré en tu puerta y te daré un buen mamporro en la cabeza-comenzó a reír
-¿Ah si?
Antes de que pudiera reaccionar nos enzarzamos en una pelea de cosquillas, que, obviamente, yo tenía ganada antes de empezar. De verdad que me encantaba ver sonreír a ese chico.
Al final acabamos en el suelo el enzima jadeadome en la cara. Su aliento olía a naranja y eso me gustaba.
Nos quedamos mirándonos y noté que poco a poco iba acercando sus labios a míos, juro que en ese momento estaba tocando el cielo.
En una milésima de segundo me puse a pensar que iba a pasar como en las películas, un llamada que interrumpiera el momento o cualquier cosa...pero no, no pasó nada, y sus labios se encontraron, por fin, con los míos.
Algo dentro de mi cuerpo se activó y sentí calambres en cada centímetro de mi cuerpo, nuestras lenguas se juntaron y comenzaron una pelea sin fin, le agarré por la cintura y le pegué mas a mi cuerpo, notaba como el "monstruito" se despertaba. Le metí la mano por dentro de la camiseta y rocé lentamente su fino cuerpo. Me estaba empezando a descontrolar, los besos cada vez eran mas brusco y le acariciaba cada vez mas fuerte, pero no podía para.
Se separó de mis labios y sin decir nada bajo hasta "el mosntruito", desabrochó el pantalón y me quitó los boxers. Un chorro de liquido preseminal resbalo por mi pene, pero Paco lo lamió.
Me miró una vez y lamió el frenillo, me miró otra vez y lamió el glande, me volvo a mirar y esta vez se se metió al "mosntruito" entero en la boca.
Por dios que placer, madre del amor hermoso, gemí mas que en toda mi vida, os lo juro.
Me curvé y vi como su cabeza subía y bajaba al ritmo de mis gemido. La mejor mamada de mi vida.
-Paco..-me costaba hablar por culpa de los gemidos.
Empezó a acariciar por debajo de los testículos.
Oh dios mio, aquello era maravilloso.
-¡Paco me corro!
No paró, al contrario aceleró y me deje ir en su boca con un gemido estremecedor.
Se tumbó a mi lado. Estaba exhausto pero me agaché a bajarle los pantalones.
-No-me dijo y me agarro para ponerme a su altura-ahora no, esta noche, me quedo a dormir y jugamos un poco ¿vale?
-Asentí con la cabeza.
Se levantó y me acompañó a la cama. Me dio besos por todo el cuerpo y poco después se fue.
No tardé en quedarme dormido y ojalá no le hubiera dejado ir, porque esa, desgraciadamente, era la última vez que vería a Paco.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Malas ideas

Un día, tienes una mala idea, y sin saber porque la llevas acabo sin pensar en las consecuencias. De repente te das cuenta, que por culpa de llevar acabo esa estúpida idea, pierdas a personas de tu vida, personas que querías con todo tu corazón, pero claro, tú no pensaste en las consecuencias.
Todas las noches, te acuestas, llorando y mirando fotos de la persona, a la que por ser un gilipollas, as perdido, y no dejas de odiarte y odiarte a cada segundo que pasa, pero lo peor es saber que no puedes hacer nada para que esa persona vuelva a tu vida, se ha ido, y posiblemente para siempre. 
Y tu te preguntas ¿que cojones puedo hacer? le llamas, le envías mensajes, pero nada, no quiere volver a tu vida, y te empiezas a odiar mas y otra vez te vuelves a preguntar ¿por qué? ¿por qué coño no pensé las consecuencias? ¿Por qué lleve acabo esa estúpida idea? Pero no obtienes respuesta, por mas que rebusques en tu interior, ninguna respuesta hace intento de salir a la luz.
No sabes que hacer, y solo puedes preguntarte si volverá a tu vida y si no lo hace te preguntas ¿lo superaré? la gente te dirá que por supuesto, pero tu dolor es tan grande ahora mismo, que piensas que jamás vas a salir de ese oscuro pozo. 
Te sientes perdido, como si estuvieras en un desierto, y el agua fuera la persona que has perdido, pero nunca volverá, nunca saciara tu sed...o eso piensas, pero realmente no sabes que va a pasar, por ahora, solo puedes llorar en tu habitación, tapándote con una almohada para tu madre no te escuche y rezando por superarlo de una vez por todas.

Así que si tu, querido lector, has cometido alguna gilipollez, entiendo como te sientes o como te has sentido. Por el contrario, si tu, querido lector, no has cometido ninguna gilipollez que te haya dejado en cama llorando durante semana, te aconsejo que pienses todas las decisiones que vas a tomar.

Atentamente: Jose Maria

jueves, 9 de enero de 2014

Secretos Mecanicos 1 parte

El despertador sonaba con un "biiiiiip" "biiiiiip" que me llegaba hasta lo mas profundo de mi ser. Lo busque a tientas con la mano pero no lo encontré.
"Biiiiiip" "biiiiiip"
Maldito despertador, no estaba en la mesita. Entonces me acordé. Lo había puesto a los pies de la cama para levantarme a trabajar.
-¡Mierda!-grité para mi mismo.
Era mi primer día de trabajo e iba a llegar tarde.
-Me cago en la puta.
Me levante de la cama corriendo. Los boxers, donde estaban los santísimos boxers Era imposible encontrarlos con aquel desastre en la habitacón, había tanta ropa que no se podía ver el suelo, pero claro toda esa ropa no era mía. Ví dos preservativos y me acordé del chico. Los busque y vi que estaban bajo pies. Mas gilipollas no podía ser. Me agaché a cogerlos.
-Mmmm...-escuché a mis espaldas-que rico estas "papito"
-Pero...¿no te dije que te fueras?
"Aquel tío del bar..le dije que solo era un polvo y que se largará a la mañana siguiente y el muy imbécil seguía ahí". pensé
-No tengo las llaves guapo, a demás es un desperdicio perderse ese cuerpazo.
Puse los ojos el blanco.
-Los alagos no van a conseguir nada, y menos de mi. Ahora, ¡LARGO!
Miro con cara de pocos amigos. Se levanto y me dejo ver su culo. Su dulce y estrecho culo...¡NO! me grité mentalmente. Ahora no Kevin, luego le llamas, me dije.
-¿Y las llaves?- me pregunto el chico, del que ya ni recordaba su nombre. Hablaba con un tono estúpido.
-Fuera, en la barra de la cocina-comenzó a salir-oye-se dio la vuelta-¿me das tu número?
Sonrío mostrando unos dientes blaquisimos. Era bastante guapo aquel chico, una lastima que para mi esa cosa llamada "amor" no significara nada.
-Claro, apunta.
Cogí el móvil y me guarde el número. Aún en boxers le acompañe a la puerta. El despertador ya no sonaba, se habría quedado sin pilas.
Cuando abrí la puerta, Rubén, así se llamaba el chico, se dio la vuelta y acariciándome el mosntruito me dio un beso y me mordió el labio inferior.
-Como se me ponga dura, vas a tener que bajarla...-sonreí
Mordiéndose el labio me estiro un poco del piercing del pezón. Se me aceleró el corazón. Cerré la puerta con el dentro y lo puse cara a la pared.
-Así aprenderás a no ser un chico malo
Sonreía. Me restregué un poco y luego le hice comérmela hasta me fui en su cara. El chico se limpio la cara con mis boxers y dándome un ultimo beso en el "monstruito" se fue. "Llámame pronto" me había dicho antes de irse moviendo ese culo...mmmm ese dulce culo...
-¡MIERDA! puto crío voy a llegar tarde.
Miré el reloj, ya llegaba media hora tarde.
-Joder, joder, joder-repetí
Me puse una camiseta blanca, unos pantalones azules y una converse blancas. Me cepillé los dientes ta deprisa que me enganché el piercin de la lengua en el cepillo y casi me lo arranco.
-Me cago en...
Da igual, no había tiempo, cogí una chaqueta de cuero negra y blanca y salí por patas de la casa. Cuando estaba entrando al ascensor me di media vuelta.
-Mierda, el móvil-entré en la casa y lo cogí.
Menos mal que al llegar había aparcamiento, si no del enfadado hubiera matado a alguien (no literalmente). Aparque y baje corriendo, ni si quiera sabía como llevaba el pelo, pero daba igual, si no me cogía me iba a quedar en la calle.
Cuando entré a la sala del jefe vi un cartel que rezaba:
SE BUSCA MECÁNICO EXPERIMENTADO URGENTE
Quité el cartel y lo tiré al suelo. El trabajó iba a ser mio, me dije.
No había nadie, pero en la mesa de Carl, el jefe de todo aquello, había papeles tirados por toda la mesa y una foto con su mujer y sus tres niños. Me senté a esperar. 10, 20, 30 minutos y Carl no aparecía. 
Detrás de su mesa había una pared y al doblar esa pared había una puerta que con un cartel que decía
Habitación de recambios y herramientas. Solo personal autorizado.
Me dirigí a la puerta y escuché unos sonidos bastante lejanos, pero prevenía de aquella sala. "Será una sala grande" me dije. Pensé que podría ser el hablando con algún empleado, así que abri la puerta.
Cuando entré vi estanterías metálicas hasta el techo llenas de cajas de carton, alguna tan viejas que podrían tener mas de 50 años. Al final del pasillo habían dos camino, uno a la izquierda y otro a la dereche, así que fui hacia ellos.
Cada vez escuchaba las voces mas cercanas. Cuando fue a doblar una de las esquinas me pare en seco y retrocedí hasta esconderme detrás de una estantería para que no me vieran.
"Ohhh si que están hablando"pensé"y es una conversación interesante"
Notaba como el "monstruito" se estaba despertando
Volví por donde había venido y cerré la puerta.
Aporreé la puerta bien fuerte para que me escucharan. Minutos después un Carl bastante cansado abrió la puerta.
-Buenos días señor Carl-dije con una gran sonrisa y como si nada pasara. Me dio la mano
-Buenos días señor Kevin, espero que no esté aquí...esperando mucho tiempo-"querrá decir que espera que no haya escuchado nada" pensé-no, señor, acabo de llegar.
Por detrás de el vi al hombre con el que estaba manteniendo una entretenida charla. Era un tipo imponente, calvo y una perilla bastante gruesa. Incluso a mi, que era bastante grande, me daba respeto.
-Paul, voy a hablar con el señor Kevin. Por favor, avisa a mi mujer de que no podré ir a recoger a los niños, dile que estoy entrevistando a un candidato para el empleo. Gracias.
El hombre-oso, como decidí llamarle, fue hacía el pasillo donde los había visto hablando acaloradamente y se escucho su voz amortiguada por la cajas. Después grito:
-Señor Carl, su mujer dice que no se preocupe, que su hermana va a por ella-mas que voz, parecía el rugido de un oso.
Carl suspiró.
-Por aquí señor Kevin-me indico apuntando a su mesa.
Cuando vio los papeles hechos un desastre abrió los ojos como platos y se poso a ordenarlos.
-Perdone...antes...no...no..-estaba inventado alguna excusa, estaba claro-...no encontraba unos papeles, esto es una locura ¿sabe?
Los dos reímos.
Me senté.
Después de un rato hablando, me dijo que había leído buscado mi nombre en Internet gracias al contrato que le di (dijo que siempre lo hacia, para saber secretos "oscuros" sonrió)y vio que en el pasado tuve barias difulcras que me llevaron al calabozo varios dios. Apreté los puños. Cuando vio mis nudillos amarillos por la fuerza se mordio un labio.
-Aquí...lo que menos falta nos hace es mala reputación, lo siento señor Kevin.
Reí de mala gana. Puse los puños en la mesa y le mire a los ojos. Ese trabajo era mío.
-Espere señor Carl, tengo que explicarle esos...incidente-mentira. Pero ese trabajo iba a ser mio por las buenas...o por las malas.
Me miro seriamente.
Parecía un milagro haber entrado y ver aquella "conversación". Eso me iba a salvar de no tener empleo.
Comencé a hablar. Su cara palideció cuando se dio cuenta que no le estaba contando nada de mis días en el calabozo, si no que le estaba contando algo que había visto en la habitación de recambios. 
"Ay señor Carl, no sabe usted, hasta donde puedo llegar" pensé.